En cierta ocasión jugaban varios
niños en un parque futbol, cuando de pronto uno de ellos se cayó y se raspo gran
parte de su pierna y también de su cara. Al verlo tirado en el suelo todo lleno
de sangre, su hermano mayor lo tomo en
sus brazos y trato de llevarlo a casa para que su padre lo curara!
La gente que en el parque lo miraba
cargar a su hermano se admiraba, pues tenía pocas fuerzas y en realidad difícilmente avanzaba debido al gran
peso del niño menor…
Para dar calor humano y aliento
al pobre niño, una persona pregunto con tono de cariñosa cercanía: “amigo ¿pesa mucho?” y con admirable expresión de cara y encogimiento
de hombros que encerraban una carga de
amor, de valor y de resignación, dice con fuerza y decisión: “no pesa nada porque es mi hermano” y así
continuo su camino hasta llevarlo a los brazos del padre…
Cuando se ama, todo lo que se hace es poco ante los demás ojos humanos,
pero mucho ante los ojos de Dios… No olvidemos que Dios nos ha hecho
familia, somos hermanos y siempre serán el
mejor de los regalos que Dios nos ha hecho…