sábado, 1 de febrero de 2014

Paso a Paso...





La vida es un espejo....


Le preguntaron a Mahatma Gandhi ¿cuáles son los factores que destruyen al ser humano? Él respondió así:

La Política sin principios

El Placer sin compromiso

La Riqueza sin trabajo

La Sabiduría sin carácter

Los Negocios sin moral

La Ciencia sin humanidad 

La Oración sin caridad.



86,400 Segundos para cambiar tu Vida...



La Sonrisa del Papa Francisco





¿En donde fijas tu mirada?





Un sabio, decía que nuestra forma de pensar se congela y nos quedamos recorriendo siempre los mismos caminos, pues la mente se fija a las cosas que pensamos. 

Imaginemos que vamos en bicicleta por un camino: el aire fresco golpeándonos el rostro; los árboles, las nubes, la naturaleza, las aves, los montes lejanos… Imaginemos que de pronto vemos una piedra en medio del camino.

Si fijamos toda nuestra atención en la piedra -es decir, en el obstáculo-, por más que sólo ocupe un breve espacio en la carretera, terminaremos chocando con ella...

Ahora pensemos cuántas veces nosotros descubrimos un obstáculo en el camino y al contemplarlo como si fuera lo único, hacemos desaparecer todas las demás opciones (los árboles, las nubes, las montañas), por lo que terminamos dirigiéndonos irremediablemente hacia la piedra.

No permitamos hoy que los obstáculos desvíen nuestra atención y nos hagan creer que ya no hay salida, siempre hay oportunidades en las que Dios nos manifiesta su amor y su poder...


Nunca te rindas...





La verdad nos hará libres...



Aunque no veas los frutos...




En un pueblo rodeado de montañas vivía un anciano al que la gente del lugar llamaba el “Loco”.

La gente se reía al verlo pasar, el hombre iba humildemente vestido, sin posesiones, sin una esposa, ni hijos; como diría mucha gente era un desdichado y un inútil que no beneficiaba a la sociedad...

Pero este hombre viejo ocupaba su vida sembrando árboles en todos los lugares donde pudiera. Sembraba semillas de las cuales nunca vería ni las flores, ni el fruto y nadie le pagaba por ello, por el contrario, era objeto de burla ante los demás.

Sucedió que un día cabalgaba por esos rumbos el Rey, al pasar por aquel lugar y encontrarse al “Loco” le preguntó: “¿Qué haces, buen hombre?

- “Sembrando” Respondió el anciano.

- “Pero, ¿cómo es que siembras?. Estás viejo y cansado, y seguramente no verás siquiera el árbol cuando crezca. ¿Para qué siembras entonces?” Preguntó el Rey.

- “Señor, otros sembraron y he comido, es tiempo de que yo siembre para que otros coman”.

El Rey quedó admirado con la sabiduría de aquel hombre y le dijo: “Pero no verás los frutos, y aún sabiendo eso continuas sembrando… Por ello te regalaré unas monedas de oro, por esa gran lección que me has dado”. El Emperador llamó a uno de sus guardias para que trajese una pequeña bolsa con monedas de oro y las entregó al sembrador.

El anciano respondió: ”¿Ve, Señor, como ya mi semilla ha dado fruto? Aún no la acabo de sembrar y ya me está dando frutos, y aún más, si alguna persona se volviera “loca” como yo y se dedicara solamente a sembrar sin esperar los frutos sería el más maravilloso de todos los frutos que yo hubiera obtenido.

El Rey lo miró asombrado y le dijo: “¡Cuánta sabiduría y cuánto amor hay en ti!, ojalá hubiera más personas como tú en este mundo. Con unos cuantos que hubiese, el mundo sería otro... 

Ahora me retiraré porque, si sigo conversando contigo, terminaré por darte todos mis tesoros. ¡Qué Dios te Bendiga!”.



No Temas, Yo Estoy Contigo...








¿En manos de quien?



Un grupo de turistas en una región montañosa de Escocia quería apoderarse de los huevos de un alcon que estaban en un lugar inaccesible, frente a un precipicio...

Trataron de convencer a un niño que vivía por allí cerca, le proponían bajar hasta donde estaba el nido atándolo a una soga que estaría sostenida por ellos desde arriba.

Le ofrecieron una alta suma de dinero, pero como no era gente conocida, el muchacho se negó a bajar. Ellos le  reafirmaban que no le pasaría nada, pues ellos sostendrían firmemente la soga...

Por fin el muchacho accedió, mas dijo: La única condición que pongo para bajar, es que sea mi padre el que sostenga la soga...

¿Conoces lo suficientemente a Dios como para depositar TODA tu confianza en Él?

Salmos 40:4 “Bienaventurado el hombre que puso en Dios su confianza”

Un padre ideal...





Juan Pablo II





Días de Esperanza





Tal vez no lograste lo que querías durante todo el año pasado, hubo fracasos, caídas, tropiezos y piensas que no existirá diferencia alguna entre el año que se va y este que comenzó.  Pero en realidad no tienes por qué pensar así. La esperanza es la expectativa de que lo que se anhela se puede lograr, de que todo saldrá bien, de que sí existe un futuro mejor...

Como nos dice la Biblia, “somos salvados por la esperanza”. Jamás hemos necesitado estar tan llenos de esperanza como hoy en día. Ésta se eleva sobre la situación económica más difícil, sobre los problemas en la familia, el matrimonio y la carencia de valores de nuestra sociedad.

Seguramente escuchaste ese viejo dicho que dice: “donde hay vida, hay esperanza”; pero hay otro mejor “donde hay esperanza, hay vida”. Tú nunca serás vencido, nunca serás derrotado, si jamás pierdes dicha esperanza. Es Dios quien te da el poder cuando llega a tu corazón...

Ten ésto en mente cuando estés agobiado con dificultades, tristezas, enfermedades y problemas, la esperanza que Dios da, es una esperanza auténtica, que salva...

Hoy te invito a dejar atrás todo lo malo que te sucedió el año pasado, deja que la esperanza que Dios te ofrece, te renueve y despierte tus sueños...