domingo, 20 de enero de 2013
¿CUÁNDO TERMINA LA NOCHE?
En una ocasión pregunto un Gurú a sus discípulos si le sabrían decir ¿cuándo se acababa la noche y comenzaba el
día? Uno de ellos le dijo: “cuando logras
ver a un animal a distancia y puedes distinguir si es una vaca o un caballo”.
“No” dijo rápidamente el Gurú…
Entonces tomo la palabra otro de sus discípulos y dijo: “Cuando miras un árbol a distancia y puedes
distinguir si es un mango o un naranjo” Tampoco, dijo el Gurú… Desalentados por no encontrar una respuesta
clara, le pidieron que les dijera cual era el momento indicado en que terminaba
la noche y comenzaba el día…
Respiro profundamente y dijo: “Cuando
miras un hombre a su rostro y reconoces en él a tu hermano; cuando
miras a la cara a una mujer y reconoces en ella a tu hermana…” Si no eres capaz
de esto, entonces, sea la hora que sea aún
es de noche…
La noche no
solo es un ciclo de la naturaleza, sino
también un estado de la mente humana, el
cual te ciega a la luz del día y a los colores que dan la magia a tu vida…
¿DONDE ENCUENTRO EL OCÉANO?
Un pez joven e inexperto acudió
con otro más viejo y con más experiencia y le pregunto: “Dígame: ¿Dónde puedo
encontrar eso que llaman océano? He andado buscándolo por todas partes sin
resultado.”
El viejo pez le respondió: “el
océano es precisamente donde estas ahora
mismo”. El joven pez se marchó decepcionado y se dijo
“pero esto no es más que agua… lo que yo busco es el océano!!!”
Para encontrar a Dios no hay que
recorrer grandes caminos, Basta detenerse, cerrar los ojos, entrar en nuestro
corazón y escuchar la vida que hay en nosotros mismos. Yo no hago nada y sin embargo mi
corazón palpita, la sangre corre por mis arterias, mi organismo respira, una
fuerza divina recorre mi ser.
Desgraciadamente hay entre los
hombres quienes solo ven agua y no
descubren jamás el océano. Viven sin
escuchar el misterio de la vida que los rodea. Si un día se detuvieran a
escucharla, aunque sea de manera breve, no les sería difícil comenzar un dialogo con el Creador de la vida... solo necesitan disposición; escucharlo!
¿QUE LE PEDIRÁS A DIOS?
El 25 de diciembre también llegaron
al portal de Belén dos burritos que deseaban conocer al Niño Dios. Estos
llegaron en malas condiciones pues se percibían cansados y flacos, sus lomos estaban pelados y sangrados por pesados bultos que su dueño el
molinero les cargaba todos los días.
Ellos habían escuchado a los pastores
hablar del Rey de Reyes venido del cielo y por eso también ellos acudieron a su encuentro. Al adentrarse al portal se quedaron unos momentos contemplando al niño, lo
adoraron y rezaron como todos…
Mientras tanto el despiadado molinero los esperaba
a la salida. Al poco tiempo los dos burritos salieron al encuentro de su
dueño con la cabeza baja y con la pesada carga sobre el lomo.
No sirvió de nada –le dijo uno al
otro- Le pedí al Mesías que me quitara
el peso de encima, pero no lo ha hecho...
Yo en cambio –Dijo el otro- le pedí que me diera la fuerza para soportarlo…
Que esta reflexión nos enseñe a pedirle a Dios las fuerzas necesarias para continuar nuestro caminar en la tierra con alegría y asi superar toda circunstancia que se nos presente...
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